Un total de 41 narraciones y leyendas sobre Ocaña que el coraje y entusiasmo popular han conservado a lo largo del tiempo. Es el propio pueblo el que se erige en notario anónimo y se encarga de guardar celosamente historias que bien pudieron cambiar hasta el destino de toda una nación.
Es la primera historia de la villa de Ocaña. Sus páginas permiten al lector descubrir un rico patrimonio documental y acontecimientos de una población que no por ser pequeña ha dejado de ser célebre.
En 1561, las primeras tareas del rey Felipe II para construir su monasterio, culminaron con el ofrecimiento del mismo a la Orden de San Jerónimo y su siguiente aceptación, adquiriendo con ello El Escorial renombre en la historia, el arte y la ciencia.