Modus faciendi vio la luz en Sevilla por primera vez en 1527 y es la primera farmacopea redactada originalmente en castellano, pese a su título latino. El texto que se transcribe corresponde a la primera edición, en formato folio a dos columnas.
Escrita en 1522, la obra ofrece dos vertientes, la místico-religiosa y la médica, en las que se tratan temas como las sustancias simples, conceptos de cirugía, y regimientos que deben seguir los convalecientes en las enfermerías.