Durante los siglos XIX y XX, Santo Domingo buscó su identidad entre luchas políticas con España, Haití y EE.UU. De estas pugnas surgieron concepciones humanistas y socioeconómicas que configurarían muchos aspectos de la actual República Dominicana.
El aumento de la población esclava en el siglo XIX provoca recelos en la clase blanca privilegiada e inicia el proceso de formación de la identidad nacional cubana, caracterizado por la ejemplar integración racial de los habitantes.