Nuria Banqué presenta su reciente libro Renacer, un libro de poesías de la que nos cuenta el proceso de escritura y la necesidad de compartirlo, porque tiene verdad y experiencias personales, y sentimientos que conectarán con los lectores.
¿Qué es lo que más destaca de este tercer libro?
Lo más importante es que concluye y da una respuesta a los motivos que llevaron a todas las emociones vividas en los anteriores libros El espejismo de la verdad y Ya sé que es realidad.
Nos hace darnos cuenta de que hay enfermedades invisibles, incomprendidas y que destruyen vidas, que existen injusticias.
Que a un niño se le puede marcar para toda la vida si no es tratado con inteligencia, respeto, cariño, comprensión. Que hay que pensar dos veces las cosas antes de hacer afirmaciones ilógicas o negativas, y sobre todo cuando hay castigos que sepan bien la razón, hay que explicarles el porqué de las cosas y sobre todo, nunca mentirles y enseñarles a respetar lo ajeno, empezando por lo de los hermanos.
Con toda honestidad responde que desconoce que su libro sea único, pero si su historia
No me atrevería a decir que es único, no he leído tanto como para comparar si hay algo semejante. Leí mucho de joven, pero llevo años sin comprar libros nuevos, no sé lo que se escribe hoy en día. Una de las razones es que no tengo espacio, tengo muchos libros, otra que he tenido temporadas que no podía leer. ¿Cómo es posible? Los químicos afectan a la cabeza y a muchas partes del cuerpo. Por eso es un libro que hace comprender a personas que no es que sean idiotas, ni les falte un verano, a veces nos falla la pelota, a todos, todos tenemos momentos buenos y malos en la vida. No hay que juzgar porque uno se equivoque en determinado momento, somos humanos, no máquinas.
Lo que sí lo hace único es que es una lección de vida, un ejemplo para todos. Tanto las victimas como los verdugos. Me refiero a las víctimas como personas que se dejan manipular, que por educación y respeto aguantan todo tipo de abusos, en todos los sentidos. Desde el emocional, con chantajes emocionales, como en el material, dejándose despojar tanto de sus pertenencias como de su trabajo físico. Que pienso nadie tiene derecho a explotar a otros sin dar nada a cambio. Cuando dejan de ser generosos, entonces viene el desagradecimiento que ya estaba ahí, son malos cuando hablan, cuando reivindican, cuando dicen hasta aquí hemos llegado.
Siempre he callado porque hubiera paz, he callado demasiado. Ahora que me expresé, siento remordimiento. Ya está hecho, no hay vuelta atrás. Muchos sabrán sus defectos, tanto los que abusaron de mí en todos los aspectos, como el público en general que pueda estar actuando de una manera u otra. Es hora de abrir los ojos, de ver, de darse cuenta.
Me educaron y siempre vi mal a las personas que hablaban de su familia. Yo lo hice ahora, porque creo que es erróneo. Ya que por callar, tapamos y abusando de esto, muchos se aprovechan y se han aprovechado durante generaciones.
Que hay que poner a las personas en su sitio desde el primer momento, que por permitir intromisiones y faltas de respeto, luego vienen los lamentos. Pero seguimos igual. Desde aquí digo ¡basta! Se acabó la hipocresía, se acabó el dejarse manipular, gobernar, y sobre todo se acabaron los abusos.
Como verdugos me refiero a los que abusan, por ser padres, hermanos mayores, menores o simplemente se ven más fuertes, tienen caracteres complicados, son personas a las que no se les puede decir nada. Porque todo se lo toman a mal. Es difícil tratar y convivir con seres así, que todavía uno tiene que disculparse por reivindicar lo que es suyo, cada uno es dueño de su persona. Nadie tiene derecho sobre los demás. Ni tienen derecho a amargarle a nadie la existencia con sus caracteres fuertes, tercos, malhumorados.
¿Cuánto tiempo ha dedicado a la escritura de este libro?
Este libro parte se escribió en el año 2014, hice una selección de los que eran importantes, por eso el segundo libro “Ya sé que es realidad” está hecho con más esmero que el primero. Ya que el primero “El espejismo de la verdad” no fue corregido por mí, ni se hizo una selección como en estos dos últimos. Ya que fueron escritos en un blog directamente sin corrector de ningún tipo con depresión mayor y no los releía pues me emocionaban demasiado. Me era imposible leerlos sin contener el llanto.
En el segundo me vi en la obligación de corregir, seleccionar y perfeccionar muchos de los versos, con ello conseguí llegar a disfrutar con ellos. Para mí fue “Ya sé que es realidad” el mejor; disfruto cada palabra, cada poema, fue un deleite y lo sigue siendo, pues lo leo siempre que me apetece y disfruto muchísimo.
¿Tiene anécdotas sobre su creación?
Al corregir y seleccionar, me vinieron muchas cosas a la cabeza, todo lo que escondían los primeros versos, que era mi subconsciente. El tercero me quedaba corto al eliminar los que no eran relevantes o simplemente no merecían la pena, entonces vinieron lo que llamé los despertares (Ya sé que esta palabra está un poco gastada) pero así los llamé, despertares. Me vinieron a la mente, pensamientos, sentimientos que no sentía, pero estaban ahí, guardados, sepultados, haciéndome enfermar sin saberlo.
Entonces nacieron los nuevos poemas, muchos no se han podido publicar, los llamé versos prohibidos, aunque algunos sí los he puesto públicos. A mi pesar. Pero era necesario. Es la conclusión, son hechos, sucesos que marcaron mi vida y dan sentido a la obra.
Tres aspectos para invitar al lector a su lectura de Renacer.
Es una lección de vida, plasma los errores que suelen cometer tanto padres, como hermanos, maestros, amigos, bueno, personas con las que tenemos que convivir y encontramos a lo largo de nuestra existencia. Actitudes que es bueno identificar y no caer en ellas. Tanto las víctimas como lo que decía antes los verdugos y los verdugos que se hacen las víctimas. Que aprendamos a no ser ni una cosa ni la otra. Como el poema “Lobos y corderitos” que quizá quede un poco mejor que víctimas y verdugos. También se podría llamar así el tercer tomo o sin comerlo ni beberlo que lo repito tres veces.
Quiero disculparme porque alguna cosita se puede repetir en versos distintos, dicen lo mismo, pero unos dan información que no dan otros, más bien la amplían, en este último, “Renacer”.
El siguiente seguirá así, pensé que era un Renacer, pero venía lo peor. Fue terminarlo y dar mi vida un vuelco. Por eso mucho ya no tiene tanto sentido para mí. Cosa más triste que perder a un hermano, no puede haber. Aunque siento que a muchos en vida los perdí, ya lo había perdido, nos lo robaron con veintiún años y Dios se lo llevó no había cumplido los 59. Pedro, otra víctima de esa infancia tan feliz e infeliz. Todos decían “Pedro es tan bueno…” lo fue siempre, me protegió.
Otro aspecto que puede hacer adquirirlo, es sentir, sentir emociones, amor, pena, melancolía, no sé si habrá alguna alegría, lo que garantizo son emociones, muchas emociones.
Recomiendo leerlo de principio a fin del primero al último porque como digo en algún poema, no son versos sin sentido, todo sigue un hilo, y sigue… hay mucho que no puedo hablar, pero algún día saldrá.